Preocupa, y mucho, la capacidad para influir entre los jóvenes y captar militantes de organizaciones terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico (EI).

"Necesitamos encontrar nuevas formas de amplificar las voces que hablan de paz y la tolerancia", ha dicho el presidente durante el congreso de tres días que diferentes líderes policiales, sociales y religiosos están celebrando en Washington.
El encuentro es la antesala de la reunión internacional que se celebrará hoy jueves con el fin de contrarrestar la implantación terrorista, con especial interés a su capacidad de penetración en internet, tal y como han demostrado los operísticos y salvajes asesinatos que el EI ha llevado a cabo en los últimos meses y su posterior uso como arma propagandística.
Las palabras del presidente se enmarcan también en la discusión de las actuaciones que están llevándose a cabo en localidades como Boston y Los Angeles.
La idea es poner en común los esfuerzos de los expertos en anti-terrorismo con la experiencia de distintas organizaciones de ayuda comunitaria, los conocimientos de numerosos profesores universitarios, la movilización de diversos grupos de defensa de los derechos civiles y la autoridad moral de representantes de comunidades religiosas como el Islam.
Todo ello con el fin de "desautorizar las ideologías extremistas, a las que debemos enfrentarnos de frente", según recalcó Obama.