"Toda la actuación de Donald Trump es una provocación, un teatro político para arrinconar a los moderados de su partido y poner a Jeb Bush a la defensiva", declaró a Sputnik Nóvosti Antiguo López, consejero de la Hermandad Mexicana de Estados Unidos.
"Ya sabemos cuál sería su política: cerrar la frontera, apretar más a los inmigrantes, deportar. A sabiendas de que él no será el candidato final a la presidencia, empuja a los demás aspirantes a la derecha", aseguró.
Miembros de la organización LULAC (League of United Latin American Citizens) esperaron a Trump en el aeropuerto de Laredo con pancartas que denunciaban su actitud ante los inmigrantes: "no es bienvenido; sus ideas no son bienvenidas aquí", declaro al diario británico The Guardian el representante de LULAC, Isidro Garza Jr.
"Aquí en Estados Unidos se usa la carta de la política migratoria durante las elecciones", continúa Antiguo López. "Usar al inmigrante como culpable de las dificultades económicas y sembrar así la división entre el pueblo americano e inmigrante, que son de la misma clase social: la clase trabajadora, que de otra manera debería estar unida ante la política económica del 1%, al que pertenece Donald Trump".