"La decisión no tiene nada que ver con el conflicto fronterizo entre Rusia y Ucrania, sino que fue decidido antes", explicó Wagner en referencia al grupo de técnicos del Ministerio de Defensa, Ciencia y la Agencia Aeroespacial Brasileña, que habría, según él, detectado importantes fallos en el proyecto y decidido la suspensión del mismo ya en 2014.
"Creemos que la cooperación continúa siendo importante, pero ese acuerdo era inviable comercialmente", aclaró durante la inauguración del Barco de Investigaciones Oceanográficas de Defensa (NPqHO, por sus siglas en portugués) que se incorporó desde este jueves a la Marina de Brasil.
El acuerdo bilateral entre ambos países fue suscrito en Ucrania en 2003 y comprendió la construcción de un centro conjunto de lanzamiento de satélites, el CLA en la base militar de Alcántar en Maranhao, para lo cual fue instituida la empresa Alcántara Cyclone Space (ACS) con una inversión total de 304 millones de dólares.
Algunas fuentes no oficiales señalaron que Brasil habría llegado a invertir en el programa del Vehículo Lanzador de Satélites (VLS), principal proyecto del CLA pensado para el lanzamiento del satélite brasileño Cyclone-4, hasta 2.000 millones de dólares, un esfuerzo colosal que habría enfrentado grandes oposiciones en los últimos meses debido a la delicada situación económica del país.
Hace unos meses, durante la celebración en Río de Janeiro de la Feria Internacional de Seguridad y Defensa LAAD 2015, la empresa Russian Space Systems realizó una propuesta al Ministerio de Ciencia y Tecnología brasileño exponiendo sus planes e intereses, debido especialmente a la posición privilegiada del mismo para los intereses rusos debido a su posición sobre la línea del ecuador y las excelentes condiciones climáticas del lugar.