“Continúan las conversaciones con Rusia y Bielorrusia sobre la apertura de nuevas líneas de crédito que permitirán cubrir las necesidades de la producción y ofrecerán nuevas posibilidades para el desarrollo del mercado interno y el proceso económico”, dijo el jefe de Gobierno a Sputnik.
Expresó la esperanza en que Rusia de una respuesta positiva a la solicitud de Siria y respalde la postura de Damasco “para poder hacer frente a los ataques duros, incluidas las injustas sanciones económicas por parte de Occidente”.
Hoy en día, según el primer ministro, Siria tiene firmados nuevos acuerdos con Irán en los ámbitos humanitario y del petróleo y gas.
Las autoridades de Teherán abrieron a Damasco, informó Al Halqi, dos líneas de crédito: una de 3.600 millones de dólares para financiar los proyectos petroleros y otra, de 1.000 millones para suministrar ayuda humanitaria, equipos médicos y sistemas para centrales eléctricas.