Según la experta, la iniciativa de formar un gobierno de unidad nacional podría servir de base para los esfuerzos internacionales para el arreglo de la crisis siria.
"Ninguna fuerza externa, y Rusia también insiste en ello, debe determinar el destino político del presidente Bashar Asad, y la formación de un gobierno de la unidad nacional de Siria no significa la necesidad de la dimisión de Asad que fue elegido legítimamente", indicó.
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Señaló que la postura de Rusia al respecto "no ha cambiado y no cambiará".
Suponina mencionó que Moscú espera que otros países acepten estas condiciones, incluido EEUU, que "entiende también que la destrucción de las instituciones estatales de Siria podría provocar otros problemas".
"EEUU y Rusia pueden ahora ponerse de acuerdo pero las mayores dificultades surgen con los participantes regionales y actualmente resulta difícil imaginar que Turquía, Arabia Saudí, Qatar por un lado e Irán por el otro puedan llegar a un acuerdo sobre la situación en Siria", recalcó.
Suponina recordó también que Moscú se ha expresado siempre a favor de la aproximación de Arabia Saudí e Irán y la solución de las disputas entre los dos países.
"Estoy segura de que Rusia seguirá trabajando en este ámbito pero es evidente que será muy complicado lograrlo y que ello llevará mucho tiempo y temo que para el otoño la situación en el país se agrave y los actores regionales puedan dar sorpresas desagradables", concluyó la experta.