Durante los mismos 15 años, el país persa no podrá acumular más de 300 kilogramos de uranio enriquecido al 3,67 por ciento.
Al mismo tiempo, se indica que los suministros de Rusia no se contabilizarán en esa cantidad.
En el mismo documento, Teherán también se compromete a convertir la planta de Fordo en un centro tecnológico y a utilizar sus centrifugadoras para producir isótopos.
El texto prevé además que la República Islámica no podrá producir plutonio en la planta de Arak y que el combustible nuclear usado será retirado por intermediarios internacionales.
Tampoco podrá, en los próximos 15 años, construir reactores de agua pesada, ni reutilizar combustible nuclear usado, excepto en la medicina y para producir radioisótopos industriales.
La República Islámica se compromete asimismo a facilitar "la presencia del OIEA a largo plazo" en el país para que el organismo internacional verifique la implementación de las medidas pactadas.
Según dijo a RIA Novosti una fuente diplomática, las partes también tienen prácticamente acordado el texto de su declaración final.
La reunión plenaria entre Teherán y las seis potencias está prevista para las 10.30 hora de Viena.