De la Calle agregó que el desescalamiento busca "crear un ambiente de confianza entre las partes y también frente a los colombianos", para generar la "sensación de que realmente la paz es posible".
Esta mañana De la Calle brindó una conferencia de prensa en el Palacio de Nariño, sede de la Presidencia colombiana, en la que se refirió al anuncio del presidente Juan Manuel Santos de "acelerar" el proceso de paz que se desarrolla actualmente en La Habana, para llegar al fin del conflicto y lograr un cese al fuego bilateral y definitivo.
De la conferencia participó también el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, quien enfatizó lo dicho por De la Calle y destacó la "diferencia fundamental" entre desescalamiento y cese bilateral.
Jaramillo anunció que el gobierno dará "una serie de pasos progresivos, de gestos", para "bajarle el nivel a la confrontación".
"Un cese bilateral, el único que está dispuesto a discutir el gobierno (…) es el que está en el acuerdo general (…) que supone un mucho mayor formalismo, unas reglas claras" y "una verificación", explicó.
El "Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", fue firmado en agosto de 2012, por el Gobierno de Colombia y las FARC.
En el mismo se estableció una agenda de negociaciones que se vienen desarrollando desde entonces en la ciudad de La Habana.
Actualmente, las partes discuten el punto número cinco del acuerdo, que se refiere a las víctimas del conflicto.
En este marco, el exministro de Defensa de Uruguay, José Bayardi, fue elegido como representante de la Unasur para participar en una comisión técnica que tendrá como cometido la verificación de este proceso.
"Uruguay es uno de los países con mayor experiencia en acompañar estos procesos, en lo que concierne específicamente a verificación y monitoreo", aseveró De la Calle.
El pasado ocho de julio, las FARC habían anunciado un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio.
Ayer domingo, en tanto, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que el gobierno y las FARC acordaron "acelerar" las conversaciones, para llegar "sin demoras" a un acuerdo de paz.
En este escenario, resolvieron además definir los términos de un cese al fuego definitivo y bilateral.
Santos fijó un plazo de cuatro meses a partir del 12 de julio, para definir si el gobierno continúa o no con el proceso de paz.