España toma esta decisión unilateralmente después de que la Comisión Europea no lograse pactar una respuesta común para hacer frente a los efectos de las medidas impuestas por Moscú, en respuesta a las sanciones de la Unión Europa contra Rusia por el conflicto de Ucrania.
Esta solución fue solicitada por la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) y el conjunto de las organizaciones del sector agrario por considerar que podía contribuir significativamente a establecer un precio mínimo a la producción en el mercado de la fruta de hueso.
Según explica hoy el diario El País, "el comportamiento de los precios de la fruta en los primeros meses de campaña ha sido bueno, al no haberse producido un solapamiento de cosechas".
El objetivo de la compra a precio fijo por parte del Estado es evitar una generalización de las bajadas en los mercados.
Los productores se aseguran ahora un precio mínimo para sacar su excedente de 0,26 euros el kilo.
Esta operación la pueden realizar sólo las asociaciones de productores y el zumo obtenido de su transformación se debe entregar a entidades caritativas.
El coste de esta operación se financiará con los fondos españoles de los programas operativos.