Según el organismo que dirige Christine Lagarde, España supera claramente a Estados Unidos, con un crecimiento del 2,5%, y al Reino Unido, con una subida del 2,4%, las dos únicas potencias que iban a crecer más en 2015.
Para 2016, el FMI también mejora la previsión para España en cinco puntos, hasta el 2,5%.
La institución ubicada en Washington ha estudiado en este informe 26 economías estudiadas y ninguna mejora tanto su situación como España en 2015.
Esta es la octava revisión al alza para España, tras estimar hace un año el FMI un crecimiento de sólo el 0,8% para 2015.
Esta nueva previsión se equipara a las ofrecidas por el Banco de España y otros expertos, pero todavía es menor que las últimas cifras dadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, que sitúan el crecimiento del PIB para este año en el 3,3%.
El FMI prevé la creación de unos 600.000 empleos hasta 2016, con una tasa de paro por encima del 20%, la más alta de la zona euro después de Grecia.
Por su parte, la OCDE, en su informe de Perspectivas del Empleo publicado este mismo jueves, alerta de que las políticas de activación de empleo en España tienen una dotación presupuestaria insuficiente.
El organismo internacional señala que la proporción del gasto en esas políticas en España aunque "es significativa" sigue siendo "baja debido al alto nivel de paro".
La OCDE augura que el empleo crecerá este año a un ritmo del 2,9%, sólo por detrás del 4,1% previsto para Islandia entre los 34 países miembros de esta organización.
La OCDE apunta a que España reducirá su tasa de paro al 21,5% este año y al 19,7% en 2016, colocándose por primera vez desde 2010 por debajo del umbral del temido 20%.
Según los números de la OCDE, más de la mitad de los parados españoles, un 53% en el último trimestre de 2014, llevan sin trabajo más de 12 meses, frente al 36% de promedio en la OCDE.
El desempleo juvenil seguía situándose en cabeza con más del 50% a comienzos de 2015.
La los expertos de la OCDE alertan de que los jóvenes más vulnerables son los que abandonaron los estudios sin completar la educación secundaria y hoy ni trabajan ni reciben ningún tipo de formación (los llamados "nini").