En 2007 el entonces opositor Berlusconi gastó varios millones euros para sobornar a una serie de senadores de la mayoría gobernante para que estos tomaran su lado, lo que provocó una crisis gubernamental y la renuncia del primer ministro Romano Prodi en 2008.
El Tribunal también condenó a tres años al exdirector del diario L'Avanti!, Valter Lavitola, a quien Berlusconi dio tres millones de euros para sobornar al senador Sergio De Gregorio.
Según la legislación italiana, la decisión del tribunal de primera instancia, el que condenó al político, no es de ejecución inmediata y puede ser impugnada ante un Tribunal de Apelación cuyo veredicto, a su vez, podrá recurrirse en la instancia suprema, el Tribunal de Casación.