"Creo que la aparición del Estado Islámico se debe a que las autoridades actuales de Washington se retiraron abruptamente (de la zona), lo que dejó un vacío en Irak y permitió que esta entidad radical surja", dijo Wicker, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad del Senado de EEUU y copresidente de la Comisión de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).
"Creo que es un error de parte del Gobierno de Obama. Me gustaría que pudiéramos dar vuelta atrás, pero no podemos", comentó.
Además, el funcionario expresó dudas de que a la coalición contra el EI le convenga la incorporación del régimen de Asad.
"No creo que el régimen de Asad sea efectivo en una coalición regional contra el Estado Islámico. Creo que daría una muy mala impresión", comentó.
"EEUU debería estar dispuesto a trabajar con socios locales y regionales para detener al Estado Islámico, ya que no podremos detenerlos sólo con promesas y con negociaciones", dijo, haciendo hincapié en que hay que "derrotar militarmente al Estado Islámico y mientras más pronto lleguemos a esta convicción, mejor será todo".
Además, apeló a la solidaridad internacional contra el enemigo común que representa el EI, al tiempo que recalcó la importancia de descalificar su ideología, pues "luchar contra el extremismo", dijo, " es siempre algo más que una lucha militar y contra las ideas hay que presentar otras mejores, más inclusivas".
La agrupación salafista Estado Islámico ha proclamado un califato en los territorios de Siria e Irak que conquistó a mediados de 2014.
En el terreno luchan contra los islamistas los Ejércitos de Siria e Irak, así como grupos kurdos y milicias chiíes del Líbano e Irak.
Las acciones bélicas han dejado cientos de miles de civiles muertos y millones de desplazados.