"En España la acepción casta ha sido utilizada muy hábilmente por Podemos, el partido que lidera el politólogo Pablo Iglesias", dice.
Según Burgos, autor de "La Casta: quiénes son y cómo actúan", "si nos atenemos a la definición clásica, hace referencia a un grupo de personas de cierto rango, con comportamientos endogámicos y bastantes privilegios".
Desde el punto de vista político, sin embargo, "podríamos hablar de todas aquellas élites financieras, económicas y también políticas que utilizan su posición en beneficio propio: una minoría cuyas decisiones sufre la gran mayoría".
"Los síntomas de todo ello los detectó en 2011 el movimiento de los indignados en España o el conocido como Occupy Wall Street en EEUU (según la idea de que el 1 % de la población impone sus decisiones al 99 % restante)", explica, mientras que "en el Reino Unido correspondería al término establishment, muy bien descrito por el periodista Owen Jones" y en Cataluña "el movimiento asambleario de la CUP (Candidaturas de Unidad Popular) es más partidario de usar el concepto de 'élites extractivas'".
El autor explica que su último libro, publicado por la editorial El Viejo Topo, "está dividido en capítulos o, como a mí me gusta llamarlos, argumentarios" y que "en el dedicado a los medios de comunicación he puesto como ejemplo el diario español de referencia, El País, un periódico que forma parte del Grupo Prisa, con mucha influencia en América Latina".
"Si echamos un vistazo a la evolución de esta cabecera nos daremos cuenta de que es una auténtica metáfora de la situación actual que vive el periodismo", señala Burgos.
El País, dice, "surgió en plena Transición española, una vez muerto el dictador Francisco Franco, como altavoz de las aspiraciones democráticas de buena parte de la izquierda española", pero en la actualidad "justifica muy a menudo las políticas neoliberales de la formación conservadora en el Gobierno, el Partido Popular (PP) de Mario Rajoy".
"La situación del diario es de absoluta ruina económica, pero su capacidad de influencia (o de configurar eso que se llama la agenda informativa: qué informaciones debemos conocer y cuáles no) sigue siendo relevante", asevera.
El autor habló de los problemas a la hora de llevar a cabo su investigación, asegurando que "no es fácil llegar a según qué informaciones": "no tanto porque estén ocultas como porque se encuentran diseminadas, de tal manera que el trabajo del periodista a veces consiste en recomponer un gran puzle, cuyas piezas están repartidas entre documentos oficiales, diarios especializados y libros de los que se hace poca promoción (o están ya descatalogados)".
"Lógicamente, investigar sobre este tipo de temas no te abre muchas puertas, ni eres bien recibido en según que ambientes", reconoce Burgos, quien considera las "puertas giratorias" otra de las características de "la casta".
Se trata "básicamente en pasar de la empresa privada al sector público (sobre todo formando parte de partidos políticos con capacidad de gobernar)": "Este último caso permite elaborar legislaciones o regulaciones sensibles de beneficiar a alguno de los sectores más estratégicos del país: farmacéuticas, energéticas o bancos".
"Y después eres recompensado como consejero de alguna de ellas, por ejemplo", añade.
Todo ello "pese a existir normativas que, en teoría, establecen moratorias para pasar de un campo a otro", pero que "en la mayoría de casos no se cumplen".
Burgos advierte que este fenómeno "es algo muy peligroso porque el ciudadano no entiende este tipo de connivencias y genera mucha frustración, aquello de que todos los políticos son iguales".
"Más aún, cuando vemos cómo se están creando grandes monopolios en sectores clave de la economía", agrega.
En estos casos el elector, concluye, "se siente indefenso y, lo que es peor, desamparado por parte de aquellos representantes políticos sobre los que ha depositado su confianza a través del voto".