Ahora "se abre un nuevo escenario político lleno de interrogantes", pero también se plantean nuevas preguntas tanto al Gobierno de Syriza como a las instituciones europeas.
"¿El Eurogrupo responderá con una contrapropuesta? ¿Planteará el Ejecutivo de Alexis Tsipras medidas en caso de que el Banco Central Europeo cierre el grifo de la financiación para establecer otro tipo de política monetaria?" se pregunta el experto.
Albarracín explica que el ´No´ ha sido tan contundente que "el Eurogrupo se va a ver claramente desautorizado", pero matiza que queda mucho por hacer porque en el norte de Europa triunfa un enorme prejuicio sobre los países del sur, "quizá la legitimidad lograda por Tsipras necesite de un trabajo añadido entre las clases populares de Europa".
El experto cree que la primera reacción de Bruselas será una "contrapropuesta mala", pero "no tan mala como la anterior" con el objetivo de dividir a la dirección de Syriza.
Son preguntas que el Gobierno de Syriza deberá plantearse inmediatamente "en caso de que haya un cortocircuito financiero importante", avanza Albarracín.
El economista explica que entre las propuestas de Syriza estaba la reestructuración de la deuda y el FMI, ante la convocatoria del referéndum, tuvo que recular y planteó la necesidad de una quita.
"Uno es el modelo clásico del FMI que son los planes trading de los años 80, que reducen los tipos y alargan los plazos, pero no reducen el principal, o una quita autentica que modifique el principal en beneficio del pueblo griego y permita su desarrollo", señala Albarracín.
Albarracín asegura que "entre un 70 y un 90% de la deuda griega" es "ilegal e ilegítima", además de ser una carga "odiosa e insostenible".
"Sólo el 10% de la deuda fue empleada para uso de los griegos", denuncia Albarracín que vaticina para estos primeros meses un panorama "francamente difícil".