La información se publicó tan solo seis días después de que Barack Obama y Dilma Rousseff dieran por cerrado en su comparecencia conjunta en la Casa Blanca el escándalo de espionaje protagonizado por la NSA en 2013.
Entre, los políticos escogidos por la NSA destacó el secretario de Hacienda, Nelson Barbosa, actualmente ministro de Planeamiento y número dos del equipo económico de Rousseff, el exministro de Casa Civil y mano derecha de Rousseff en su primer mandato, Antonio Palocci, el responsable de seguridad de la Presidencia, general José Elito Siqueira, y el ministro de Exteriores, Luiz Alberto Figuereido, quien hoy es embajador en Washington.
De esta manera, quedan en evidencia los intereses de las agencias de espionaje en Brasil, más allá de los gestos de reconciliación del pasado fin de semana durante la visita de Rousseff a los Estados Unidos, su declaración de que el asunto del espionaje "está superado" y la relación entre ambos países "alcanza un nuevo nivel".
El periodista brasileño, Helio Gurovitz, escribió este sábado un artículo de opinión en el portal de noticias de Globo, en que dejó claro que "Rousseff podría haber cometido un enorme error al creer en los argumentos de la diplomacia norteamericana" y añadió que la última revelación "contradice al vicepresidente Joe Biden quien dijo que la naturaleza del espionaje de la NSA nunca fue económica".