Font denuncia que la OTAN quiere "mostrar músculo" con la celebración este otoño de las maniobras "más potentes, más importantes y de mayor entidad cualitativa y cuantitativa de la Alianza desde la operación en Afganistán", tal y como las describió ayer el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, durante la presentación de Trident Juncture.
Más de 30.000 militares de 30 países participarán en estos ejercicios por tierra, mar y aire que se harán en fundamentalmente en España, pero también en Italia y Portugal.
El mundo, según el responsable de Defensa español, se enfrenta a amenazas "imprevistas", como la crisis de Ucrania, o "previstas", como "la explosión del terrorismo yihadista con una violencia extrema".
Para la experta, la OTAN se estaba diluyendo y en los últimos años padecía "una profunda crisis de identidad" que con el conflicto de Ucrania, pero también la inestabilidad con Irán y en Siria, ha superado y han vuelto a reproducir "esas manifestaciones propias de la guerra fría" y los "esquemas en un periodo que ya no tienen sentido, porque se ha superado".
Europa, según Font, debería tener presente que tras la caída del Muro de Berlín "se comprometió a que la franja de países que están en la frontera con Rusia no estarían incluidos en la OTAN", un pacto que "se ha vulnerado" y de "eso se habla poco", señala a esta agencia.
"Los países fronterizos con Rusia son los que están más preocupados", porque las relaciones con su vecino del Este "no han fáciles".
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"Están preocupados por la actual escalada de la tensión y piden ayuda a los países europeos y a la OTAN, eso es una evidencia" que no se puede olvidar.
Ante la actual tensión, "solo cabe el diálogo y la negociación, y no las amenazas", insiste.
Font lamenta que en el Parlamento español no se debata sobre estos temas militares.
"Son un tema tabú" denuncia Font, que se queja de que ni siquiera las formaciones emergentes, como el partido progresista Podemos, quiera tratar de ello: "y este tema nos va a afectar, porque España se puede convertir en campo de batalla o podemos acabar siendo los perpetradores y eso va en nuestra conciencia colectiva".
Son los ciudadanos "los que tienen que decir no" al regreso de la guerra fría, concluye Font.