Según Varufakis, Atenas “destrozó sus casas de la moneda” al incorporarse en 2000 a la eurozona, por lo tanto “la unión monetaria es irreversible”.
Durante la entrevista, el ministro heleno de Finanzas declaró que dimitirá si la población griega vota “Sí” en el referéndum y añadió que “no firmará ningún acuerdo que no incluya la reestructuración de las deudas de Grecia”. “Prefiero cortarme un brazo”, afirmó.
La víspera, Atenas no pagó el tramo de crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI), que vencía el 30 de junio.
El Gobierno heleno convocó para el 5 de julio un referendo sobre aceptar o no las propuestas de prestamistas. El primer ministro del país, Alexis Tsipras, llamó a los griegos a rechazar las propuestas, aunque aseguró que la victoria del "No" no significará la ruptura con el euro.