"Es verdad", reconoció Rouseff, "que cancelé mi visita en 2010, pero algo ha cambiado desde entonces, y Obama y su gobierno han declarado en varias ocasiones que no cometerán más actos de espionaje contra países amigos, y creo al presidente Obama cuando me dijo que si alguna vez necesita información confidencial sobre Brasil sencillamente me llamará por teléfono".
"Siempre habrá algunas diferencias entre socios", añadió Obama, "pero Brasil y Estados Unidos somos países con historia común, y aunque es imposible que dos naciones compartan al 100% sus objetivos, las diferencias son mínimas".
Al respecto Rousseff explicó que "tanto EEUU como Brasil lucharon contra el estigma de la esclavitud, contando ambos con una gran población negra y multicultural".
Rousseff también agradeció a Obama que haya facilitado la entrada de ciudadanos brasileños en EEUU, muchos de ellos estudiantes becados, así como la firma de un acuerdo que permitirá a los brasileños que trabajan en EEUU estar cubiertos por la seguridad social.
Finalmente, y preguntada por las negociaciones entre EEUU y Cuba, Rousseff aseguró que marcan "el final" efectivo de la final de la guerra fría, al tiempo que "suponen un hito en la historia de América, elevan el nivel de las relaciones entre EEUU y Latinoamérica y constituyen un ejemplo".