Esta visita oficial debería haber tenido lugar en 2013, pero fue cancelada tras denuncias de que el Gobierno estadounidense habría espiado a la presidenta Rousseff, y a las principales empresas estatales de Brasil.
Tema: Escándalo por el espionaje cibernético en EEUU
Para analistas políticos, Brasil para EEUU es una de las últimas oportunidades para seguir practicando su política habitual en América Latina, opinión que es compartida por el profesor de Historia Joao Cláudio Pitillo.
La crisis en EEUU, prosigue, "hace que miren hacia abajo y vean a América Latina como una tabla de salvación; y el principal país latinoamericano, que tiene una economía capaz de dar a EEUU el apoyo necesario, es Brasil, por su tamaño, potencia, nivel de desarrollo, por ser la octava economía del mundo".
Durante su visita, Rousseff se reunirá con empresarios estadounidenses y el presidente Barack Obama para relanzar y ampliar el diálogo político y económico con EEUU.
A Pitillo le preocupa en qué base se apoyarán los nuevos acuerdos.
"Seguimos vendiendo cosas con bajo valor añadido: maíz, soja, algodón, jugo de naranja y baratijas. El precio del mineral que vendemos allá es ridículo", recuerda el experto.
El Gobierno brasileño, a su juicio, debería ampliar las relaciones con los países del Mercosur, con el grupo BRICS y con Argentina, no fortalecer los lazos con Estados Unidos.
"No veo este viaje a EEUU como algo positivo en este momento. Brasil está experimentando un problema muy grave de la desindustrialización. En los últimos dos años hemos perdido más de 200 empresas. No sé cómo Brasil, en una condición dependiente, todavía ve una salida en EEUU, actualmente una economía en declive, porque también tienen miedo de hacer reformas internas ", indica Pitillo.
Para el profesor, el viejo cuento de que lo que es bueno para Estados Unidos también lo es para Brasil ha demostrado que no funciona.
"El viaje de la presidenta Dilma parece ser un esfuerzo de recaudar fondos para tratar de aliviar la crisis por la que estamos atravesando. Sabemos que funciona al principio, pero sabemos que los beneficios van al exterior para enriquecer a las compañías matrices en vez de quedarse aquí donde se genera todo ese capital ", concluye.