"Es evidente que el primer ministro Tsipras decidió convocar un referéndum porque es incapaz de cumplir sus promesas preelectorales irreales", declaró Erjavec añadiendo que Eslovenia debería olvidarse del dinero prestado a Grecia.
Liubliana concedió a Atenas 1.800 millones de euros de los que Grecia volvió solo 17,6 millones, según los datos del Ministerio esloveno de Finanzas.
Erjavec deduce que Grecia está en el umbral de la crisis política, que derivará en elecciones parlamentarias anticipadas y la posible salida de la eurozona.
El próximo martes expira el programa de rescate a Grecia, que la UE se negó a prolongar pese a las peticiones del Gobierno heleno.
Esta misma jornada Atenas deberá pagar 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional.
Tras varias reuniones entre Grecia y la UE en los últimos días, las dos partes no lograron concertar sus posturas.
La decisión sobre aceptar o no el nuevo plan de acreedores se tomará tras un referéndum, previsto para el 5 de julio, en Grecia.
Al ser elegido en enero el primer ministro, Tsipras prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.