La construcción del tramo del gasoducto que atraviesa la frontera y pasa por el Amur, se realizará conjuntamente por organizaciones autorizadas de ambas partes.
La CNPC, por su parte, prometió cumplir con su parte en tiempo.
"El inicio de la explotación del gasoducto está planificado para 2018", señala una videopresentación preparada para la ceremonia de inicio de la soldadura de la primera unión del gasoducto chino.
Esta videopresentación fue proyectada en Moscú mediante un telepuente con el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, el presidente de Gazprom, Alexei Miller, y el ministro de Energía, Alexandr Nóvak.
El tramo ruso del gasoducto Fuerza de Siberia, que transportará gas desde Rusia a China por la ruta oriental, también está previsto que esté operativo para 2018 y se sincronizará con la puesta a punto de la infraestructura en territorio chino, según los materiales ofrecidos por el Kremlin especialmente para la ceremonia de inicio de la construcción del tramo chino del gasoducto.
Según estos materiales, en la actualidad ya concluyó la etapa de proyecto del tramo principal del gasoducto Fuerza de Siberia-Chayanda-Lensk, la documentación del proyecto ha sido presentada a la comisión estatal de expertos.
Continúan los trabajos de búsqueda de información en el terreno para el tramo Lensk-Belogorsk-Blavovéschensk y Belogorsk-Jabárovsk.
Medvédev expresó la seguridad de que Gazprom y CNPC cumplirán sus compromisos respecto a Fuerza de Siberia a tiempo.
"Estoy convencido que próximamente llegaremos a los acuerdos finales respecto a la construcción del segundo gasoducto chino-ruso para suministro de gas por la ruta oriental", añadió.
En mayo de 2014 Gazprom y la CNCP firmaron un acuerdo de treinta años para el suministro de gas natural por la ruta oriental a través de derivaciones del gasoducto Fuerza de Siberia.
Según informó Gazprom, los suministros de 5.000 millones de metros cúbicos anuales podrían iniciarse en 2018, y elevados posteriormente has ta los 38.000 millones de metros cúbicos al año.
En un inicio el contrato fue valorado por las partes en 400.000 millones de dólares.