El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, convocó la consulta donde los ciudadanos se pronunciarán si Grecia tiene que aceptar las últimas propuestas de sus acreedores.
“El pueblo griego tendrá que decidir a través de la votación si acepta o no el proyecto del acuerdo que fue presentado el 25 de junio de 2015 por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y que consta de dos documentos sobre los cuales se propone realizar el referéndum: el primer documento se llama ‘Reformas para la realización del programa actual y los ulteriores‘ y el segundo — ‘Análisis preliminar de sostenibilidad de la deuda'”, dice el texto publicado en la web del Parlamento heleno.
Los ciudadanos que rechazan la propuesta de los acreedores, marcarán la casilla “No apruebo/no” y los que están de acuerdo con la propuesta de las tres instituciones, la “Apruebo/sí”, añade el documento.
Grecia está llevando a cabo negociaciones con sus acreedores para reestructurar una deuda de más de 240.000 millones de euros, el monto de los dos rescates que necesitó el país para evitar el impago técnico en 2010 y 2012.
Si antes del 30 de junio las partes no logran acercar sus posturas y concertar un acuerdo, Grecia podría entrar en suspensión de pagos por no abonar el crédito de 1.600 millones de euros que tiene que pagar el martes al FMI.
En 2010, a raíz de la crisis de la deuda, Atenas tuvo que solicitar ayuda extranjera.
Al cabo de dos años Grecia firmó un acuerdo con la Troika de acreedores que le otorgó créditos a cambio de varias exigencias, entre ellas, llevar a cabo reformas estructurales y privatizar los activos estatales por unos 50.000 millones de euros hasta finales de 2015.
Tras ser elegido el primer ministro, Tsipras prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.