Mientras tanto, la organización ecologista Fundación Al Verde Vivo dijo que es pronto para evaluar los daños y pidió que se acelere el proceso de paz para evitar nuevas catástrofes.
Durante una visita a Tumaco, Vallejo declaró que el derrame de más de un millón y medio de litros de crudo es "una tragedia incalculable, el peor daño ambiental y social de los últimos 10 años", según consigna el diario El Espectador de Colombia.
El domingo 21 de junio la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) dinamitó el Oleoducto Transandino a la altura de un río que alimenta el acueducto de Tumaco, lo que dejó sin agua a unas 160.000 personas y provocó una grave contaminación.
El oleoducto, de poco más de 305 kilómetros de longitud, transporta crudo que se extrae de yacimientos situados en la región del Putumayo y que tiene como destino Tumaco, donde se encuentra uno de los principales puertos de Colombia.
Según dijo a Sputnik Nóvosti el director de la Fundación Al Verde Vivo, Fernando Vázquez, "es realmente grave porque verter esas cantidades de petróleo en cualquier cuerpo de agua significa que se va a ir a las profundidades y va a contaminarlo todo", dijo.
"Pero medir las consecuencias es algo que lleva muchos años, no se ha hecho ningún inventario para saber si es la peor catástrofe ecológica o no", dijo.
Vázquez consideró que la catástrofe ecológica coincide con un momento político complejo para Colombia y estimó "increíble que se someta tanto a la población como a la naturaleza a los vaivenes del proceso de paz".
El ambientalista indicó que "el proceso de limpieza de un río es complejo y aquí no existen tecnologías para resolver el desastre".
La Fundación Al Verde Vivo reclamó al gobierno de Colombia y a la guerrilla que declaren un alto el fuego total para preservar a la población del conflicto y recordó que la zona sur, donde se están produciendo los ataques de las FARC, tiene un valor estratégico por la presencia de petróleo.
A pesar de que actualmente se llevan a cabo en Cuba negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, la guerrilla ha iniciado una campaña de operaciones que según la empresa Ecopetrol (estatal con participación privada) han impedido la exportación de dos millones de barriles de petróleo.
Según Ecopetrol, en 2015 se han producido 20 atentados contra instalaciones petroleras (pozos, equipos, oleoductos y transporte) afectando a la población de los departamentos de Nariño, Putumayo y Arauca.