A su juicio, “lo más probable es que son datos significativamente subestimados”.
O'Brien advirtió que a Yemen le amenaza una catástrofe humanitaria y precisó que “más de 21 millones de personas, o un 80% de la población del país, necesitan la ayuda humanitaria”.
“Más de la mitad de la población se enfrenta al problema alimentario y diez de 22 provincias se encuentran al borde del hambre”, subrayó.
Al mismo tiempo, añadió, al menos 160 instalaciones médicas fueron cerradas a causa de la situación peligrosa y falta del combustible, entre otros motivos.
O'Brien opinó que los bandos del conflicto en Yemen “mostraron total falta de respeto hacia la vida humana al destruir la infraestructura civil – hospitales, escuelas, plantas generadoras de energía e instalaciones de acueducto".
A pesar de que el 21 de abril la coalición dio por concluida la primera fase de esta campaña y anunció el inicio de la siguiente etapa, denominada Devolución de la Esperanza, sigue bombardeando las posiciones de los rebeldes.
La ofensiva busca restaurar en el poder a Abdo Rabu Mansur Hadi y a su Gobierno derrocados por el movimiento insurgente que reclamaba mayor autonomía para la provincia de Saada, en el noroeste del país.