"Rusia en este momento no se está viendo tan afectada por las sanciones como esperaba la UE. Estas medidas se dirigen a la opinión pública europea para que consideren que sus gobiernos están haciendo todo lo posible" por solucionar la situación, señala el investigador.
Los ministros de Asuntos Exteriores europeos acordaron este lunes prorrogar las sanciones económicas contra Rusia seis meses más, hasta el 31 de enero de 2016 por el conflicto en Ucrania.
"El hecho de prolongar estas sanciones se debe a que el acuerdo de Minsk todavía no se ha implementado en su totalidad, sigue habiendo combates y los observadores internacionales afirman que no se ha retirado el armamento pesado de la zona del frente", afirma Morales.
Ante esta situación, la UE considera que las sanciones es la única forma de presionar al "bando prorruso" para que cumpla el acuerdo, según el investigador.
No obstante, Ucrania es un país en el que Rusia se juega intereses vitales, por lo que será difícil para Moscú "renunciar a defender sus intereses solamente por la presión de las sanciones", apunta el profesor.
"La postura de Rusia oficialmente es favorable a las condiciones del acuerdo de Minsk, el problema es que la situación sobre el terreno es mucho más compleja. Las milicias separatistas tienen sus propios intereses y es muy difícil que renuncien a continuar sus combates si Kiev no les ofrece ningún tipo de concesión política", afirma el experto.
Esta prolongación durante seis meses más en las sanciones responde, según Morales, a un "equilibrio" entre las distintas posiciones europeas respecto a Rusia, dado que hay muchos sectores de distintos países que "apuestan por endurecerlas".
Sin embargo, Europa "debe mantener un equilibrio entre continuar con la presión hacia Rusia y que esa presión sea excesiva, porque puede llegar a ser contraproducente", apunta el investigador.
Con esta situación, el profesor Morales ve difícil "prolongarlas mucho más en el tiempo".
España neutral
En este conflicto, España está siendo uno de los países que están moderando las posiciones más hostiles hacia Rusia, según explica Morales.
"España juega un papel neutral, entre otras razones, porque se ve perjudicada por el embargo ruso a las exportaciones agroalimentarias y, además, al no ser un vecino de Rusia y no verse influido por conflictos anteriores, puede adoptar una posición moderadora", apunta el experto.