La negociación la conduce el primer ministro británico, el conservador David Cameron, sin la participación de las administraciones regionales y con el objetivo de celebrar un referéndum vinculante en todo el país sobre la continuidad o abandono de la UE antes de finales de 2017.
Sturgeon abrió un nuevo flanco en sus demandas al jefe del Gobierno 'tory' horas antes de la apertura de la Cumbre del Consejo Británico Irlandés, que se celebra este viernes en Dublín.
Creado en 1998, este encuentro bianual reúne a las administraciones autonómicas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, a las autoridades de los paraísos fiscales británicos en las islas de Man, Jersey y Guernsey, y a los Ejecutivos de Londres y Dublín.
"La decisión del referéndum de la UE afectará a cada parte de estas islas y el gobierno de Reino Unido no puede ignorar a las administraciones autonómicas en lo que respecta a su posición negociadora", advirtió la líder independentista escocesa.
Sturgeon defiende como "absolutamente esencial" que Londres escuche y atienda los intereses de las autonomías porque, según denunció este viernes, "no nos pueden dejar en la obscuridad" sobre el contenido y avance de las negociaciones con los socios comunitarios.
La jefa del gobierno de Edimburgo propone crear un "foro" que garantice "la aportación directa en las negociaciones de los gobiernos autonómicos para asegurar que se tomen en cuenta nuestras prioridades y se protejan nuestros intereses vitales".
"Es impensable que una cuestión tan importante no se considere dentro de un contexto escocés", protestó.
El 'Brexit' también es motivo de alarma en Irlanda, donde el gobierno de coalición ha puesto en marcha un estudio sobre el impacto económico que supondría la retirada de su principal socio comercial en la UE.
Analistas irlandeses temen que el impacto de un Reino Unido fuera de la UE afectará negativamente tanto a la República como a los condados británicos del norte de la isla.