"Sabemos que hoy día nuestras prisiones son verdaderas escuelas del crimen, dentro de ellas actúan organizaciones criminales que comandan la violencia en las calles", explicó Cardozo, quien representó el discurso contrario a la reducción del gobierno de Brasil, frente a la Comisión que analiza la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 171/1993.
Según el ministro, "una parte de la violencia que tenemos en la sociedad, los crímenes, las drogas" que "afectan a la vida cotidiana y aterrorizan al ciudadano" se originaría en las deficientes cárceles del país.
"¿Qué vamos a hacer entonces? ¿Meter a los adolescentes en las cárceles para que sean captados por las organizaciones criminales?", se preguntó.
"La propuesta responde a lo que la sociedad quiere", aseguró el titular de Justicia quien reconoció que "será polémica, pero atiende mucho más aquello que los especialistas recomiendan y que no tiene los efectos colaterales que los últimos estudios han demostrado sobre la reducción de la edad penal".
De esta manera, el Gobierno de Brasil optará por una vía intermedia, negociada el pasado 9 de junio con el gobernador de Sao Paulo y figura destacada del PSDB, Geraldo Alckmin, ante una reforma apoyada por un aplastante 87% de la población aunque rechazada de forma frontal por organizaciones de Derechos Humanos y la ONU, además de criticada públicamente por la presidenta, Dilma Rousseff.