La empresa detectó más de 500 ataques alrededor del mundo, el 44% de los cuales cayó en Arabia Saudí, el 14% en Israel, el 11% en Yemen y el 8% en Venezuela.
Entre los blancos de la ofensiva figuran empleados de empresas consultoras de seguridad, investigadores en el ámbito del terrorismo, diplomacia, relaciones internacionales, seguridad y defensa, además de los periodistas y activistas de derechos humanos.
Durante la campaña los atacantes lograron infiltrarse en cuentas de correos electrónicos, redes sociales y líneas telefónicas de sus objetivos.
Los autores del informe señalan que hay varias características de ataques que permiten suponer la autoría de Irán.
"Los atacantes hablan y escriben en persa iraní y hacen errores que caracterizan a los hablantes nativos de persa", explican los analistas.
La noticia llega unos días después de que se montara un escándalo sobre el ciberespionaje durante las negociaciones entre el Grupo 5+1 y Teherán sobre el programa nuclear iraní.
La empresa rusa de seguridad informática Kaspersky Lab anunció haber descubierto un nuevo virus espía Duqu 2.0 con el que han sido atacados tres hoteles, sedes de las conversaciones nucleares.
Kaspersky supuso que este ataque bien planeado fue financiado por un Estado, sin precisar cuál, mientras que la revista The Wall Street atribuyó la autoría a los hackers de Israel.
Las autoridades israelíes, por su parte, rechazaron esas acusaciones.