"El sistema griego de jubilación es una carga muy pesada para el propio país ya que este gasto representa el 10 % del PIB, mientras que en la UE esta cifra asciende al 2,5 por ciento", señaló el portavoz del organismo Gerry Rice.
Sin embargo, reconoció que persisten las serias discrepancias con Atenas.
"Estamos lejos de un pacto y es que hay fuertes divergencias en gran parte de las esferas clave", indicó Rice, citado por los medios.
Además ha admitido que últimamente no hubo progreso en el acercamiento de las posiciones.
"Si el proceso hubiera avanzado como debía, el presidente (de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker) no tendría que haberse reunido hoy con Tsipras. Juncker ha hecho el último intento para llegar a un acuerdo", dijo un diplomático de la UE a la agencia Reuters al concluir esta ronda de consultas.
Los políticos griegos advirtieron que sin la asistencia financiera de las organizaciones internacionales el país no podría cumplir sus obligaciones presupuestarias.
Al mismo tiempo, insisten en que el recorte de las jubilaciones es una línea roja que el gobierno no está dispuesto a cruzar.
Grecia mantiene negociaciones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar una deuda de más de 240.000 millones de euros, que es el monto de los dos rescates que necesitó el país para evitar el impago técnico en 2010 y 2012.
Sin embargo, se dilata el logro de un acuerdo, lo que a la larga, según los expertos, llevaría a Grecia a una nueva suspensión de pagos.