El primer ministro griego informó que el país tendrá que elegir entre el pago de deudas, en primer lugar al Fondo Monetario Internacional (FMI), y los gastos sociales, escribió ayer, domingo, el diario The Financial Times.
Tsipras censuró las demandas de que Atenas empiece una nueva ronda de reformas económicas para obtener nueva ayuda financiera y criticó la falta de acceso del país a los créditos del Banco Central Europeo (BCE), según las palabras del político heleno, el servicio de la deuda "empeorará drásticamente la situación socio-económica en Grecia".
Atenas tuvo que buscar la ayuda financiera de la UE y el FMI tras el inicio de la crisis de deuda en 2010 cuando prometió observar el régimen de austeridad económica y celebrar reformas en cambio de créditos y cancelación de casi la mitad de deudas ante acreedores privados.
En 2015 el nuevo primer ministro griego y líder de la coalición de izquierda radical Syriza, Alexis Tsipras, anunció que exigirá que se condonen los créditos de la Troika de acreedores –el BCE, la UE y el FMI.
Atenas presentó a la UE un plan de reformas estructurales que fue aprobado y la ayuda financiera al país fue prolongada hasta finales de junio, desde aquel momento, las autoridades europeas invitaron a Grecia a iniciar la realización de este plan.
Alemania es el principal acreedor de Grecia, cuya deuda supera los 320.000 millones de euros, solo en 2015 Atenas necesitará 21.000 millones de euros para pagar los intereses de la deuda.
A raíz de la crisis económica, el PIB del país heleno ha caído en un 25% desde 2008, mientras que los ingresos de la población se han reducido en un 40%.