"Este impuesto no va a enlentecer la economía, por el contrario, va a controlar los precios de los terrenos de los exagerados precios, producto de la especulación, y logrará un mejor acceso a las viviendas de las personas", respondió el asambleísta oficialista Richard Calderón en conversaciones con Sputnik Nóvosti.
De ser aprobada la nueva medida, titulada "Impuesto a la ganancia extraordinaria en la transferencia de bienes inmuebles", habrá un régimen transitorio donde hasta la primera venta del bien inmobiliario se mantendrá la tasa del 10% que se cobra actualmente.
Un nuevo porcentaje —actualmente en negociación- se fijará para ventas posteriores, aseguró Calderón.
Actores como la Cámara de Comercio de Guayaquil están en contra del proyecto, al que catalogan de "claramente recaudador".
"Más allá de los anuncios de que la ley es una forma de luchar contra la inequidad, la medida tiene un objetivo claramente recaudador", señala la cámara en un comunicado publicado en la prensa local.
Además, "distorsiona y desalienta al mercado de bienes raíces. El solo anuncio del aumento de este impuesto está paralizando las compras inmobiliarias. Algunos ya están empezando a vender sus propiedades antes de que se ponga en marcha la medida, pero nadie quiere invertir en bienes raíces, lo cual empuja el precio de las propiedades a la baja", agrega.
Tanto este proyecto como uno relativo a un impuesto a las herencias, ambos promovidos por el presidente ecuatoriano, fueron defendidos por oficialistas y criticados por opositores en manifestaciones callejeras en distintos puntos del país.
El presidente Correa envió el proyecto antes de su viaje a Bruselas, donde este miércoles se inauguró la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).