"La retórica antirrusa ha alcanzado el límite de lo absurdo: se acusa a Rusia y a su presidente, Vladímir Putin, de todos los problemas del país", dice.
"Hoy en Ucrania hay unos 4.000 presos políticos, la mayoría de opositores al Gobierno desaparecen sin dejar rastro y hay escuadrones de la muerte que asesinan a políticos y periodistas", mientras otros "se encuentran tras barrotes, sin saber de familiares ni abogados", asegura.
Añade que "muchas oficinas del Partido de las Regiones han sido destruidas", que sobre el Partido Comunista pesa la amenaza de prohibición y en general "los políticos de la oposición son perseguidos".
Denuncia que algunos de los participantes en estas protestas "han sido reclutados por el Ejército a la fuerza" y luego enviados a combatir en Donbás.
"¿Y qué hacen los políticos y medios de comunicación en Occidente? Callan", lamenta el político.
Azárov cree que "la cobertura de Ucrania en los medios occidentales es unilateral, apoyando la ilusión de que el Gobierno en Kiev tiene el apoyo de todo el mundo".
Pese a todo, "recientemente han aparecido reportajes objetivos sobre las presiones a la prensa y represalias".
"Es incomprensible cómo Occidente ignora estas violaciones de los derechos humanos", denuncia Azárov, "¿se acuerdan de cómo la prensa occidental alzó su voz durante el proceso contra la ex primera ministra Yúlia Timoshenko?"
"Hasta a Libia y Yemen les va mejor"
La crisis de la economía ucraniana es tan grave que "hasta a Libia o Yemen les va mejor", afirma el ex primer ministro de Ucrania.
"La situación económica de Ucrania está lastrada por la pérdida de una parte importante de los mercados internacionales, lo que condujo a una disminución del producto interno bruto (PIB) del 15% en 2014, y este año retrocederá del 8% al 10% por los mismos motivos; en los rankings económicos Ucrania se encuentra en la parte baja de la tabla, hasta a Libia y Yemen les va mejor", dice.
Según el político, "el régimen de Kiev responsabiliza a la guerra de todo", una explicación que no resulta convincente: "Israel, por ejemplo, se encuentra de facto en guerra desde hace años, pero la economía del país garantiza el bienestar de su población".
Para Azárov –también extitular de Finanzas de Ucrania– la situación se ha agravado por la pérdida del mercado ruso y las propias políticas del Ejecutivo de Petró Poroshenko.
La deuda externa "ha alcanzado ya el nivel del PIB, el país ya no es capaz de satisfacer sus deudas", explica, añadiendo que la decisión del Gobierno de aumentar los recortes en materia social y elevar el presupuesto de defensa "ha desencadenado la quiebra de numerosas medianas y pequeñas empresas".
"La consecuencia es la destrucción de puestos de trabajo y la contracción del mercado interno", aclara.
Azárov considera que "la actual situación económica es catastrófica, y lo peor es que el Gobierno de Kiev no tiene ningún programa de estabilización para salir de la crisis".
Ucrania está obligada a pagar sus deudas a Rusia
"La mayoría de los acuerdos crediticios se firmaron según el derecho inglés, es decir, que cada disputa relativa a ellos tiene que resolverse en un tribunal en Londres", dice.
Por ese motivo, esta ley aprobada por Kiev "no significa nada para los inversores".
En opinión del político, que el Parlamento de Kiev aprobase esta ley "solo puede describirse como una presión de los acreedores" occidentales, que quieren ver sus deudas satisfechas.
El ex primer ministro no cree que Ucrania vaya a declarar la suspensión de pagos.
"Para la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional Ucrania se ha convertido en un proyecto político, por ese motivo encontrarán con toda probabilidad medios para evitar la bancarrota", afirma.
Añade que "no veo ningún sentido a este tipo de ayuda, porque la economía no crece".
El dinero de los créditos "se malversa, se destina a compensar el pago de deudas anteriores o, lo que es peor, se destina a financiar la guerra civil", concluye Azárov.