“La misión revisó sus pronósticos hacia la baja, un 9% en 2015, y prevé una inflación de un 46% para finales del año”, dijo el funcionario del FMI.
Entre los aspectos que impulsan la inflación en Ucrania, Gueorguiev mencionó las “consecuencias temporales de los movimientos bruscos del tipo de cambio (de la grivna, la moneda local) en febrero y el alza de los precios de los hidrocarburos”.
Ucrania en la actualidad está sumida en una profunda crisis política que afecta su economía y de hecho se encuentra al borde de la quiebra.
En 2014, el PIB del país retrocedió un 6,8%, según las estadísticas oficiales que no incluyen las zonas controladas por las milicias en Donbás ni tampoco Crimea, territorio que Kiev considera ocupado por Rusia.
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, afirmó en marzo que la economía cayó un 25% a raíz del conflicto en el este del país.