Durante el debate de hoy los ponentes se han dividido entre los que opinan que la única manera de acabar con el terrorismo es una intervención armada y los que defendieron que sólo se acabara con esta amenaza cuando se frene la llegada del dinero.
"El principal problema es que el mayor financiador es Arabia Saudí" explica a esta agencia Higueras.
"Lo fundamental es luchar contra la financiación, con los paraísos fiscales, apretar las clavijas a los bancos y a todos aquellos que compran petróleo de contrabando", asegura la especialista a esta agencia.
"Mueven miles de millones y nosotros acabamos financiándolos", explica.
Otro de los problemas, como ha señalado durante la jornada el almirante Juan Francisco Martínez Núñez, director general de Política de Defensa (DIGENPOL), es que, por ejemplo, se da la paradoja que el presidente Bashar al-Asad "compra petróleo al Estado Islámico y a cambio le da electricidad".
Martínez Núñez también cree que lo importante en estos momentos es la lucha contra la financiación del yihadismo, aunque reconoce que la procedencia de esa financiación es muy diversa.
También para los organizadores de estas jornadas una de las claves para entender la expansión del movimiento es su financiación, donde se amalgaman redes de tráfico de drogas y de armas, junto con donaciones privadas a través del blanqueo de dinero.