Al referirse a los republicanos que se oponen a este programa, ha dicho "de qué libertad hablan, ¿De la libertad de sufrir sin tratamiento?".
"Qué hacemos", dijo, "con los padres que tienen que pagar 30.000 dólares de una factura, o con aquellos cuyos hijos sufren una enfermedad crónica y se les acumulan los recibos médicos y no saben cómo hacerles frente".
Para Obama el individualismo que define a EEUU no se contradice con una serie de valores, y entre ellos destaca el de proteger al enfermo, al débil, "porque nosotros no damos la espalda a nuestros hermanos".
"Qué clase de país queremos ser", dijo entre aplausos, "uno en el que el acceso a la salud es un lujo, o uno en el que es un derecho".
Mención especial tuvieron quienes pronosticaban que con el 'Obamacare' colapsaría el sistema al provocar una escalada de los precios de los seguros, cuando en realidad "han crecido al ritmo más pequeño de los últimos 50 años".
Todo esto en un momento en el que el mercado de trabajo mantiene su crecimiento y mientras a los 16 millones de personas que por vez primera han accedido a un seguro se le añaden los millones que han mejorado su protección, sin que "a nadie se le pueda denegar ya su seguro por una condición preexistente", sea este un cáncer o, incluso, el nacimiento de un hijo.
Para Obama EEUU tiene todavía mucho trabajo por delante si quiera mejorar la calidad de su servicio sanitario y, sobre todo, si aspira a que ningún estadounidense esté sin cobertura médica.