"Partimos de que el sentido común va a prevalecer en Europa, y no solo hablaremos de la distribución del gas suministrado a través del Turk Stream sino que pronto habrá que hablar de cantidades adicionales", dijo al intervenir en una rueda de prensa sobre las exportaciones a Europa.
El directivo de Gazprom también recordó que la compañía no va a renovar "bajo ningún concepto" el contrato de tránsito con Ucrania una vez que este expire en 2019.
"En este contexto, la forma más fácil es garantizar los envíos de gas a Turquía, es decir, a través del Turk Stream", puntualizó.
En diciembre pasado, Rusia canceló el proyecto de gasoducto South Stream, que iba a atravesar el mar Negro hasta Bulgaria, debido a lo que el Kremlin calificó como "postura poco constructiva" de la UE.
Ese mismo mes, el gigante gasístico ruso y la empresa estatal turca Botas firmaron un memorando de entendimiento para construir un nuevo gasoducto submarino bautizado Turk Stream.
Según está previsto, los suministros a través de esta tubería alcanzarán 63.000 millones de metros cúbicos al año, de los cuales unos 47.000 millones se enviarán a un centro de distribución en la frontera de Turquía con Grecia.
Los primeros envíos de gas están programados para diciembre de 2016.