El G7 ha reiterado en su cumbre en Alemania que el conflicto del este de Ucrania debe resolverse políticamente.
"Sostenemos que el conflicto en el Este de Ucrania solo puede resolverse por la vía política y sobre la base de los acuerdos de Minsk", dijo la canciller alemana Angela Merkel al término de la reunión.
Los siete líderes también acordaron prorrogar las sanciones contra Rusia después de julio, según declaró el presidente de EEUU, Barack Obama.
"Nuestros socios europeos reafirmaron que mantendrán las sanciones contra Rusia hasta que los acuerdos de Minsk se implementen plenamente, lo que significa la prórroga de las sanciones sectoriales de la UE después de julio", dijo.
Según el mandatario estadounidense, el G7 coincidió también en su disposición a imponer nuevas sanciones "significativas" contra Moscú.
Sin embargo, agregó, que de momento no hay una decisión política para prolongar las sanciones; se está debatiendo a nivel técnico.
El G7 también ha condenado la "anexión de Crimea, contraria a la ley internacional", y ha expresado su apoyo a Ucrania en la puesta en marcha de sus reformas.
A su vez, otro participante en la cumbre del G7, el presidente francés François Hollande, ha insistido en que los acuerdos de Minsk deben respetarse por ambas partes del conflicto.
"Los acuerdos de Minsk siguen siendo el marco en el que debe continuar la discusión, los deben respetar tanto los separatistas a los que apoya Rusia, como el Gobierno ucraniano", ha señalado.
Al referirse a las sanciones contra Moscú, el mandatario galo ha aclarado que se anularán siempre y cuando los acuerdos de Minsk se cumplan en su totalidad.
Francia estaría dispuesta a respaldar el endurecimiento de estas medidas en caso de agravarse la situación o su revisión en caso de producirse la distensión, añadió.
Según se desprende de la declaración final de la cumbre, la duración de las restricciones "debe estar vinculada a la implementación total de los acuerdos de Minsk por Rusia y el respeto de la soberanía de Ucrania" y su levantamiento tendrá lugar solo después de que Moscú "cumpla sus obligaciones".
A pesar de la dura retórica utilizada por los líderes del G7 contra Rusia, todos coincidieron que seguirán cooperando con el Gobierno de Vladímir Putin para solucionar las crisis políticas mundiales.
"Tenemos varios formatos de negociaciones en los que Rusia participa (…) que demuestran que se puede abordar las crisis internacionales en colaboración con Rusia", aseguró Angela Merkel.
Citó como ejemplos el rol de Moscú en las negociaciones cuatripartitas (Alemania, Francia, Ucrania y Rusia) sobre la crisis ucraniana, su participación en el Grupo 5+1 para el programa nuclear iraní o el arreglo de la situación en Siria.
El Estado Islámico y Oriente Medio
Otro de los temas abordados por los líderes del G7 fue la situación de Irak y su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Al respecto, el el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, aseguró que el bloque seguirá apoyando al gobierno iraquí.
"Hemos acordado ayudar a las autoridades de Irak y ya llevamos a cabo la formación de los militares del Ejército iraquí", dijo Cameron en rueda de prensa tras la cumbre del G7 en Alemania.
El premier británico calificó el extremismo islámico como "el desafío más peligroso" de hoy.
Cameron indicó que los países del G7 ya prestan apoyo a las autoridades de la región para afrontar al EI y subrayó que es necesario intensificar los esfuerzos.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó que Washington está elaborando un nuevo plan de la lucha contra los radicales del EI pero no tiene planes introducir tropas en Irak.
El “problema” de Grecia
La situación ecónomica de Grecia tampoco pasó desapercibida durante la cumbre del G7.
Los líderes del bloque abogan porque Grecia permanezca en la zona euro, según declaró la canciller Angela Merkel.
Tema: Crisis de la deuda en Grecia
"Todos los que estaban sentados a la mesa quisieran que Grecia se mantuviese en la zona del euro", dijo Merkel a los periodistas.
Grecia lleva a cabo conversaciones con la UE y el FMI sobre la reestructuración de su deuda de más de 240.000 millones de euros, el monto del rescate del impago en 2010 y 2012.
En tanto, Grecia está nuevamente al borde del impago de la deuda externa y, teóricamente, de su salida de la zona euro.