Anteriormente, se comunicó que la joven fue detenida por las autoridades de Turquía en la ciudad de Kilis, en la frontera con Siria, junto con un grupo de extranjeros que pretendían unirse a las filas de un movimiento radical.
"Por supuesto, es necesario abrir un caso penal pero hay que investigar si la presionaron psicológicamente y procesar a los reclutadores, mientras Karaúlova debe ser víctima y una testigo importante", dijo Karabanov a RIA Novosti.
A su vez, el Ministerio del Interior de Rusia confirmó oficialmente la detención de la estudiante y declaró la intención de recoger y entregar materiales para abrir un caso penal contra Karaúlova.
La embajada rusa en Ankara reportó más tarde que, junto con Karaúlova, fueron detenidos otros 12 ciudadanos de Rusia.
"Karaúlova formaba parte de un grupo de 13 rusos cuyos nombres se están averiguando", dijo a RIA Novosti el agregado de prensa de la embajada rusa, Ígor Mitiakov.