Villar apoyó el viernes pasado la reelección de Blatter como presidente de la FIFA, a pesar de que la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) dejó claro su apoyo al príncipe jordano Ali bin Hussein, rival de Blatter.
El pasado mes de marzo, Villar había sido reelegido vicepresidente de la FIFA, cargo que mantiene desde el año 2000.
A pesar de que el voto era secreto, muchas de las asociaciones y federaciones mostraron públicamente sus preferencias.
En el caso español, que siempre defendió a Blatter, se mantuvo su apoyo a pesar de los escándalos de las detenciones los días previos a la votación.
"Villar está en una posición muy delicada, ni él ni la FIFA pueden tener autoridad moral para sancionar a los clubes o para prohibir fondos de inversión después de todo lo que está saliendo", señalan desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP) al diario El País.
El presidente de la LFP, Javier Tebas, es uno de mayores enemigos de Villar.
El otro gran enemigo, según el diario, es Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, que aún espera que Villar "justifique cerca de ocho millones de euros de dinero público que la Federación recibió".
"Villar proclamó gratuitamente la inocencia de los dirigentes de la FIFA y apoyó a Blatter cuando la UEFA había recomendado lo contrario", señala el diario.
Además, "Villar ha causado graves conflictos dentro del fútbol español, desde sus reticencias a apoyar acciones contra la violencia en el fútbol hasta sus torpes maniobras para boicotear el decreto sobre venta centralizada del fútbol televisado".
Quienes "le apoyan dentro del fútbol deberían entender que 27 años de mandato son una invitación para sustituir el buen gobierno por intereses y favores. Aunque por obligación, Blatter ha marcado un camino; sígalo, señor Villar", concluye el editorial del diario más leído en España.