"Ahora espero que las aguas de esta gran ola sean suficientes para barrer toda la corrupción liderada por la mayor entidad del fútbol", ha expresado en un comunicado, en el que también ha remarcado que la salida de Blatter representa el inicio de una nueva era para el fútbol mundial.
Desde que estalló el escándalo de corrupción en la sede suiza de la FIFA, Romario ha tenido un papel destacado: fue el primer político capaz de reunir las firmas necesarias para abrir una comisión parlamentaria que investigue a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), sospechosa de firmar contratos irregulares de patrocinios y derechos televisivos del pasado Mundial de Fútbol de Brasil.
En política desde hace cinco años el exjugador del Barcelona, fue uno de los más críticos con la organización del Mundial de Fútbol en Brasil y con la FIFA, y llegó a advertir de que el evento sería "el mayor robo de la historia". Su papel de látigo anticorrupción en el mundo del fútbol le ha dado mucha popularidad y en las últimas elecciones logró el 63% de los votos en el estado de Río de Janeiro.