"La mayoría de las entidades que han trabajado en Rusia, se quedan allí y esperan el levantamiento de las sanciones", dijo Grillo a los periodistas en Berlín.
A su juicio, en la situación en torno a Ucrania, Moscú "se alejó de las normas jurídicas internacionales".
Grillo opina que "si Rusia cumple las condiciones de los acuerdos de Minsk y actúa en el marco de las normas jurídicas internacionales, volverá a la mesa de negociaciones del G7", que incluye actualmente Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.
El formato del G8 quedó suspendido después de que los líderes de los países del G7 rechazaran acudir a la cumbre informal del grupo en Sochi y se reunieran en Bruselas sin Rusia por su reunificación con Crimea.
El año pasado, a raíz de la adhesión de Crimea a Rusia y la crisis en el este Ucrania, las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron significativamente.
La Unión Europea y EEUU pusieron en marcha un paquete de sanciones contra Rusia que afectan en particular al sector petrolero y de defensa, además de restringir la financiación a medio y largo plazo a varios bancos con participación pública y aplicar restricciones individuales –congelación de activos y prohibición de visados– a varias decenas de políticos y empresarios rusos.
En respuesta, Rusia embargó por un año las importaciones de algunos alimentos procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega, en particular de productos cárnicos, avícolas, lácteos, pescado, mariscos, frutas y verduras.