"Por nuestra parte, llamamos a un enfoque objetivo y no politizado en esta cuestión", según un comunicado publicado este martes en la web de la entidad.
En abril pasado, Turquía coordinó con Moscú la visita a Crimea de una delegación de políticos, científicos y personalidades públicas organizada con el fin de conocer de primera mano la situación de los tártaros de Crimea y eliminar las preocupaciones existentes.
Mehmet Uskul, jefe de la delegación de Turquía que visitó Crimea, valoró positivamente la situación de los tártaros de Crimea.
Según la Cancillería rusa, las visitas de este tipo "ayudan a dispersar los mitos de propaganda" difundidos por algunos medios de prensa que "tergiversan la realidad de la situación con los tártaros de Crimea".
Además, la entidad constató que últimamente se dan intentos de aprovecharse de la población de los tártaros "como un instrumento para una crítica infundada de los esfuerzos emprendidos por las autoridades rusas" en la península.
"Las autoridades de la República de Crimea hicieron lo máximo posible para que la delegación no oficial turca obtuviese información objetiva y completa sobre la situación actual de la población tártara en la península", indicó el documento.
Actualmente, en Crimea viven unos 260.000 tártaros, comunidad étnica deportada por Stalin bajo acusación de colaboracionismo con los nazis y que regresó a la península en los años ochenta y noventa.
El 21 de abril de 2014, poco después de la reunificación de Crimea con Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto para la rehabilitación de los tártaros crimeos.