"La situación humanitaria de la gente que permanece en la línea del frente es grave pese a la disminución de la intensidad de los combates", declaró a la agencia RIA Nóvosti Diane Fisher, jefa de la subdelegación de la Cruz Roja en Donetsk.
La dirigente comunicó asimismo que su entidad trabaja para poder acceder a las zonas más vulnerables.
"Quisiéramos tener acceso a tales localidades como Shirókino para ayudar a los civiles que requieren asistencia humanitaria", subrayó.
Las autoridades lanzaron en abril del año pasado una operación militar en el sureste del territorio contra los habitantes que protestaban por el cambio de poder violento en el país.
Actualmente en la región está vigente un alto el fuego que el Grupo de Contacto tripartito (Rusia, Ucrania, OSCE) para el arreglo de esta crisis aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.
Sin embargo, las partes del conflicto se acusan a diario de violar la tregua.
El conflicto ya ha causado más de 6.300 muertos y unos 15.700 heridos, según los últimos datos de la ONU.