"El polo de inestabilidad que existe en el corazón de Europa no responde a los intereses de nadie, ni de Europa ni de Rusia, y por ello son fundamentales los esfuerzos comunes para alcanzar un compromiso duradero", subrayó el canciller.
Gentiloni destacó la importancia del cumplimiento universal de los acuerdos de Minsk para normalizar la situación en el sureste de Ucrania.
El ministro saludó las gestiones diplomáticas del grupo que integran Alemania, Francia, Rusia y Ucrania y la actividad de la OSCE para mediar y seguir la situación.
"El diferente nivel de las negociaciones (político y técnico), la frecuencia de las reuniones, la tarea concreta de las mesas de diálogo (como en el caso de los subgrupos dirigidos por la OSCE) son la mejor garantía de que ninguno de los aspectos de la crisis quedará pendiente", señaló el ministro italiano.
Gentiloni remarcó que el arreglo del problema en Ucrania depende de la voluntad política de los participantes más involucrados en el proceso para alcanzar la paz y la estabilidad.
En cuanto a la posición de Italia, el canciller dijo que su gobierno respalda las negociaciones ya que la solución del conflicto puede ser solo política.
Por otros lado, ha insistido en que pese a las sanciones antirrusas, Italia no se niega a dialogar con Moscú.
"Las sanciones golpean también a quien las impone y no solo contra las que son dirigidas. Esto concierne tanto a las medidas adoptadas en relación con Rusia, como las sanciones a Europa con las que respondió Moscú", indicó.
Según sus palabras, el objetivo de las restricciones es "hacer que Rusia retome el diálogo abierto y positivo, así como las negociaciones para hallar una solución a la crisis ucraniana".
Gentiloni subrayó que su país, igual que todas las naciones europeas, reaccionó a la "anexión de Crimea".
"Nuestra posición en este sentido es clara y se ajusta a la posición europea: los gestos de distensión y de buena voluntad serán respondidos con la puesta en marcha de los mecanismos para levantar las medidas restrictivas", señaló el canciller.
El jefe de la diplomacia italiana apuntó también que su país comprende la importancia política de las sanciones y por ello está dispuesto a soportar las consecuencias económicas de su opción.
"Incluso con las sanciones en vigor, nosotros no hemos renunciado al diálogo con Rusia, hemos buscado las vías para cooperar en aquellas áreas en las que no surgen problemas, en particular en el sector económico", indicó.
Gentiloni dijo que no podía jactarse del crecimiento del comercio bilateral, pero su país, afirmó, prosiguió invirtiendo en Rusia y en los últimos meses se inició una nueva etapa de la cooperación.