"Cuandoquiera que hay un deseo, también hay un camino, y ese va a ser nuestro principio rector", señaló Merkel al término de las conversaciones.
Cameron concluyó esta tarde en Berlín la primera ronda de contactos con líderes continentales en su objetivo por reconducir la relación de Reino Unido con la UE en términos aceptables para el amplio sector euroescéptico de su partido Conservador y del resto de británicos.
"Hay una fuerte opinión entre el electorado y los partidos de que la UE ha de cambiar", aseguró el secretario de Estado para Europa, David Lidington en un encuentro en Londres con corresponsales extranjeros.
Asesores legales del Gobierno británico sostienen que será necesario modificar el Tratado europeo para garantizar las concesiones que Cameron busca de los 27 líderes comunitarios.
Esta vía chocaría con los intereses de la mayoría de Estados y retrasaría previsiblemente la implementación de la reforma acordada.
El calendario corre contra el primer ministro conservador, que ha de convocar el referéndum sobre la continuidad o salida de la UE antes de diciembre de 2017 y le gustaría celebrarlo incluso antes.
Merkel dejó hoy la puerta abierta a un posible cambio de Tratado, aunque matizó que ha de analizarse si se puede acomodar las propuestas británicas mediante un "proceso secundario".
No sería la primera vez que la UE modifica un tratado con protocolos o ´opt outs´ para evitar someter las nuevas enmiendas a un proceso de ratificación por parte de los 28 gobiernos nacionales.
Londres quiere restringir los subsidios a emigrantes comunitarios durante los cuatro primeros años de su llegada a Reino Unido, proteger su sector financiero de medidas adoptadas por el grupo Euro y reafirmar la oposición británica a una mayor integración de la UE, entre otros objetivos.
Sus demandas en seguridad social afectarán principalmente a ciudadanos del este y sur europeo que acuden con mayor frecuencia a Reino Unido en busca de trabajo.
La primera ministra de Polonia, Ewa Kopacz, con quien Cameron también conversó este viernes, dejó claro su "fuerte oposición a medidas que puedan llevar a la discriminación de polacos y otros ciudadanos de la UE que quieren trabajar legalmente en Reino Unido".
El dirigente tory reconoció a su vez que "no hay una gran solución mágica" a su ambición por reformar la UE y redefinir los términos de la pertenencia de Reino Unido.