"Vamos a Zúrich para proteger a los futbolistas palestinos y para ejercer nuestros derechos según los estatutos de la FIFA", declaró antes de viajar a Suiza el presidente de la APF, Jibril Rajub, en referencia a la Asociación Israelí de Fútbol (AIF).
Rajub agregó que "nuestras peticiones están de acuerdo con las obligaciones y los derechos de la FIFA y si no se atienden avanzaremos para que nuestra resolución para suspender a la AIF se vote en el congreso de la FIFA; ésta no es una situación que hayamos inventado nosotros, sino que la creó la AIF".
"Nuestras demandas son claras, justas y honestas: libertad de movimientos, acabar con el racismo y la expulsión de todos los equipos de los asentamientos israelíes ilegales en la Palestina ocupada que compiten en la liga israelí", declaró.
Con todo, el presidente de la APF, que es miembro de la FIFA desde 1998, ha declarado esta mañana en Zúrich que está abierto a que haya una solución y a retirar su propuesta "hasta el último momento".
Los palestinos acusan a los israelíes de impedir el libre movimiento de los deportistas, técnicos y representantes palestinos de Gaza y Cisjordania, de someterlos a humillaciones y de retener material deportivo donado desde el extranjero a los palestinos.
También denuncian que la AIF tiene cinco clubes con sede en colonias judías en los territorios palestinos ocupados y permite el racismo en la liga israelí.
El caso más flagrante es el del equipo Beitar Jerusalén, que tiene como norma no contratar a jugadores árabes.
Por su parte, la AIF acusa a la APF de mezclar el conflicto palestino-israelí y la política con el deporte.
El presidente de la AIF, Ofer Eini, culpa de las restricciones a cuestiones de seguridad de Israel, y asegura que desde la AIF no pueden hacer nada para cambiar la situación.
La AIF teme no poder frenar una resolución contra la participación en competiciones israelíes de equipos de colonias en territorio palestino ocupado.
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, estuvo la semana pasada en Israel y Palestina "en misión de paz", según afirmó él mismo en una rueda de prensa en Ramala (Cisjordania).
Blatter se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con el presidente palestino, Mahmud Abás, y con los máximos responsables del fútbol israelí y palestino.
Aunque el presidente de la FIFA aseguró que se mostraba "optimista" respecto a la posibilidad de que se encontrara una solución para evitar que los palestinos pidieran la suspensión de Israel, Blatter regresó a su casa sin ningún compromiso de ambas partes.
No obstante, en Ramala explicó que Netanyahu se había mostrado dispuesto, a cambio de que la APF retirara su demanda de suspensón de Israel, a garantizar la libertad de movimientos de los futbolistas y técnicos palestinos y a decretar la exención de impuestos para todo el material deportivo llegado a la APF desde el extranjero.
También accedió, según Blatter, al establecimiento de un comité integrado por miembros de la APF, la AIF y la FIFA para dirimir disputas.
El presidente de la FIFA, por su parte, se comprometió a construir campos de fútbol en Cisjordania y Gaza.
El "Estado del caso Israel-Palestina", como figura inscrita en el orden del día la petición de suspensión de Israel, se analizará mañana en el punto "Cuestiones estratégicas y político-deportivas", a pesar de que Blatter remarcó en todo momento en Palestina e Israel que era necesario "separar el deporte de la política".
Para que la petición de la APF prospere, tiene que ser apoyada por dos tercios de los 209 miembros de la FIFA.
Los países árabes han mostrado hoy su apoyo a la iniciativa palestina, pero la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) parece dispuesta a respaldar a Israel, según se desprende de las declaraciones que ha efectuado hoy el presidente de la Federación Holandesa de Fútbol, Michael van Praag, tras un encuentro del organismo director de la UEFA.
Los palestinos gozan del apoyo de muchos países, pero no tienen el de los de mayor peso político ni cuentan con el visto bueno de Blatter, quien considera que Israel no ha violado los estatutos de la FIFA.
El Ministerio de Exteriores israelí está llevando a cabo una ofensiva diplomática para evitar la suspensión de la AIF de la FIFA.
El Gobierno israelí ha mandado a embajadores y diplomáticos alrededor del mundo e incluso ha reclutado a cónsules honorarios en países donde Israel no tiene embajada ni consulado para convencer a las diversas asociaciones y federaciones de fútbol de que, en caso de que haya una votación, se decanten por apoyar a Israel.
"Hemos llegado a casi el 70% de los miembros de la FIFA, a los países musulmanes no, claro", ha declarado una fuente del ministerio de Exteriores al digital israelí Ynet.
Los israelíes temen que países como Catar estén pagando a miembros de la FIFA para que voten a favor de la propuesta palestina, según Ynet.
Hace años que los palestinos denuncian las violaciones de los derechos humanos de Israel en el mundo deportivo y su problema figuró en la agenda de los congresos que la FIFA convocó en 2013 y 2014, pero la APF se echó atrás en las dos ocasiones y no llevó la suspensión de Israel a votación tras las promesas israelíes de que la situación para el fútbol palestino mejoraría.
Tras no haber obtenido ningún avance, Rajub ha insistido en denunciar que la AIF "ha optado por jugar a la política y convertirse en una herramienta del programa político de la colonización y el apartheid", comparando la situación de los palestinos con la de los negros en la Sudáfrica de la segregación racial.
Sudáfrica fue suspendida por la FIFA en los años 60 por incumplir los principios de la FIFA contra la discriminación y el racismo.
