El mandatario ofreció también mejorar la calidad de vida de los ucranianos y poner al país en los rieles de la plena adhesión en la Unión Europea.
Aunque un año después se perfila una tendencia positiva en la solución del conflicto en el este del país, prosiguen las hostilidades entre las tropas gubernamentales y las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL). Pese a la tregua, los esporádicos tiroteos siguen segando vidas humanas.
Tampoco son alentadores los logros en el sector socioeconómico y es que la caída es tan estrepitosa que ha puesto al país al borde de la suspensión de pagos, mientras los ucranianos de a pie en lugar del bienestar prometido afrontan el deterioro de su calidad de vida.
Poroshenko llegó al poder al vencer en los comicios extraordinarios del 25 de mayo de 2014 que fueron convocados después de que los partidarios de las protestas, bautizadas como Euromaidán, depusieran al presidente Víctor Yanukóvich.
Debido a las acciones bélicas gran parte de estas provincias no pudo participar en la votación, algo que fue decisivo para el triunfo de Poroshenko, según sostienen varios politólogos.
Promesas electorales
Antes del Euromaidán Poroshenko era más conocido como empresario, el "rey del chocolate", propietario de la compañía de confitería Roshen y de la poderosa cadena televisiva Canal 5, que como diputado independiente sin peso político en el Parlamento.
Sin embargo durante el Euromaidán la popularidad de Poroshenko subió como la espuma y se convirtió en presidente del país.
Con su lema "Vivir de una manera nueva" Poroshenko prometió a los electores poner fin al conflicto armado en Donbás, restablecer la integridad territorial del país, recuperar Crimea, llevar a cabo la descentralización del poder, elevar los salarios y las jubilaciones, erradicar la corrupción y estructurar un nuevo sistema judicial más justo.
También ofreció conseguir en el primer año de su presidencia la abolición de los visados con la Unión Europea, poner en vigencia el acuerdo sobre la creación de una zona de libre comercio con la UE y concluir su mandato de cinco años con el inicio del diálogo sobre la admisión plena del país en el bloque comunitario.
Conflicto prolongado
Al principio el flamante presidente y comandante supremo del Ejército apostó por la fuerza para recuperar el control de Donbás, pero en el segundo semestre del 2014, cuando estaba claro que la ofensiva de las tropas gubernamentales había fracasado, Poroshenko accedió a dialogar. Con la mediación de la OSCE y Rusia, Kiev firmó en Minsk los acuerdos para cesar el conflicto.
Según los últimos pactos del 12 de febrero de 2015, la RPL y la RPD debían volver a integrar Ucrania, pero para ello Kiev tenía primero que concederles una amplía autonomía, algo que el gobierno ucraniano no se apresura a cumplir, aunque ha prometido aprobar las reformas constitucionales necesarias para ello en el último trimestre de 2015.
Según una reciente encuesta de Research&Branding Group, la popularidad del presidente ha disminuido del 53% a 33%, un hecho que se atribuye al aumento de la desconfianza en su política.
A su vez, los expertos opinan que a Poroshenko no le conviene cesar el conflicto armado ya que lo usa para tapar la falta de éxitos serios en su gestión.
Vivir de una manera nueva
En un año de gobierno, el presidente no se puede jactar de éxitos serios en el ámbito socioeconómico. Con una economía en picado, la nación se encuentra al borde de la suspensión de pagos.
Ante este panorama Ucrania hace esfuerzos desesperados para conseguir ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional e incluso ha aceptado condiciones duras de austeridad en detrimento de su población, al tiempo que dilata unas reformas que mejorarían la vida de los ciudadanos de a pie.
El gobierno ha congelado en 2015 el aumento de los salarios y las jubilaciones, incrementa los despidos en el sector estatal y este año unos 50.000 trabajadores públicos perderían su empleo.
También planea elevar la tarifa del gas en un 280% y la calefacción, un 66%, con ello, sostienen los expertos, las facturas absorberán más de la mitad de los salarios.
Gasto militar
El gasto militar se elevó de 1.300 millones de dólares en 2014 (1,79% del PIB) a 2.100 millones en 2015 (2,6%), mientras que en el año 2020 este parámetro debe ascender al 5% del PIB.
El número de las tropas también se ha disparado en un año de los 130.000 a 232.000 efectivos y en 2015 se planea elevar la cantidad de soldados hasta 250.000 hombres.
La militarización de la sociedad y el conflicto sin resolver en Donbás demandan ingentes recursos del presupuesto que podrían destinarse al desarrollo del país.
Se enfría el interés de la UE por Ucrania
Europa le prestó apoyo político para solucionar el conflicto en el sureste del país y gran ayuda financiera para resolver los problemas económicos.
Poroshenko cumplió su palabra dada aún en septiembre de 2014 y firmó el acuerdo de asociación con la UE, aunque la apertura de la zona de libre comercio fue pospuesta para el 2016 debido a la inquietud de Rusia ante la probable entrada de mercancías ilegales de la UE a través de Ucrania.

Un año después, se observa cierto enfriamiento en las relaciones entre Occidente y Ucrania. La Unión Europea y EEUU destinaron varios tramos de ayuda a Kiev para realizar las reformas y ahora están descontentos por la lentitud de las transformaciones. Además, como sostienen los medios, también les preocupan las argucias de Ucrania en la implementación de los acuerdos de Minsk para la paz en Donbás.
El pesimismo se cierne también sobre el futuro ingreso de Ucrania en la UE prometido por Poroshenko. En esa cumbre la UE tampoco confirmó las perspectivas de la admisión del país en el bloque comunitario.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker fue contundente al descartar por ahora las perspectivas de esa adhesión para Ucrania y otras antiguas repúblicas soviéticas (Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Georgia y Moldavia) que participan en el programa de la asociación oriental.