"Se trata de una buena idea, debemos desarrollarla, vale la pena discutirla con colegas de otros departamentos", dijo Chérnikov, citado por el portal del canal Moscú24.
Esta raya de color rojo en el pavimento permitirá visitar todos los sitios relevantes de la capital rusa sin recurrir a un mapa ni a la ayuda de los transeúntes, y resultará muy útil para aquellos que no dominen el idioma ruso.
Entre los lugares que debe incluir el itinerario los expertos mencionan el Kremlin, la Catedral de Cristo Salvador y el museo Puskin, así como el Museo de la Infancia en la calle Lubianka, desde donde se abre un hermoso panorama de la ciudad.
La edición asegura que en muchas ciudades del mundo existe una línea roja, en Particular, en Boston, ya sea pintada en el asfalto o hecha de ladrillo del mismo color que lleva de un lugar de interés a otro a los cansados turistas.
La idea consiste en que el viajero, una vez que haya pisado la recta, tarde o temprano recorra los sitios más importantes que debe visitar en la urbe. En Rusia ya existe una línea similar en Ekaterinburgo.