"La construcción de la tubería es un proyecto de largo plazo viable en lo que se refiere a la ampliación del mercado, la estabilidad del abastecimiento y la seguridad energética; y si este gasoducto conectara a Rusia, Japón, Corea y China se convertiría en un factor para el fortalecimiento de las relaciones entre estos países en el ámbito de la energía", ha subrayado Muraki en declaraciones a RIA Nóvosti en el tercer foro ruso-nipón denominado "Puntos de contacto: empresas, inversiones, deporte" que se inauguró este jueves en Tokio.
"Creo que el gasoducto tiene suficientes fuerzas competitivas y se van a requerir entre 10 y 20 años para su construcción, pero si esta tubería cruza el noreste de Asia, aportará a la estabilidad energética de esta región y también beneficiará a Rusia", sostuvo.
La ventaja de Moscú en Europa, explicó, consiste en que allí hay una gran red (de gasoductos), lo cual fue una excelente oportunidad para cerrar voluminosos contratos a largo plazo.
El beneficio para Japón en cuanto al gasoducto, afirma, está vinculado a la estabilidad del abastecimiento, lo que elevaría la competitividad de los precios del combustible.
"Hoy el gas natural es más caro que la hulla, pero creo que gracias a la tubería Japón tendría la oportunidad de recibir suministros estables del gas a precios que podrían competir con los de la hulla, con un adicional impacto positivo en la reducción de la emisión de los gases de invernadero y la ampliación de la demanda. Es una idea lo suficiente valiosa para que la debatan los dos países", destaca Muraki.
Según sus palabras, un estudio conjunto de dos importantes centros científicos de ambas naciones ha concluido que los precios del gas, transportado por la tubería, son bastante competitivos con los del GNL.
El vicepresidente de Tokyo Gas atribuye también a la tubería importancia crucial para el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
"Creo que el tema del gasoducto es actual desde el punto de vista del beneficio que generaría a los dos estados y de lo que se podría hacer para impulsar los vínculos ruso-japoneses. Japón puede no comprar el GNL en Rusia, por lo que las ventajas del GNL para la propia Rusia son también muy limitadas", considera Muraki.