"Existen numerosos indicios de que los militantes de la extrema derecha han sido utilizados como tropa de choque allí donde se trata de crear caos e intimidar a la población", dijo.
Heyden señaló que "hay numerosos indicios de que en el tiroteo contra los manifestantes anti-Yanukóvich en Kiev el 20 y el 21 de febrero participaron miembros de Sector Derecho (Pravy Sektor)", a pesar de lo cual "los líderes del Maidán responsabilizaron de la muerte de los manifestantes a la Berkut (policía especial), sin pruebas".
Según señaló este experto, no se trata del único ejemplo.
"En Odesa, la policía local no intervino cuando el 2 de mayo una turba nacionalista incendió la Casa de los Sindicatos", agregó.
Explicó que "el gobernador de Odesa, Vladímir Nemirovski, financió con dinero público el viaje y los gastos de varios miembros de las centurias de Maidán que luego atacarían la Casa de los Sindicatos, como luego informó el vicejefe de la policía de Odesa".
"El Batallón Azov, compuesto por militantes de extrema derecha y que juega un papel clave como fuerza de choque del Ejército ucraniano en Mariúpuol, fue financiado durante los primeros meses, tras su fundación, por el oligarca Ihor Kolomoiski", dijo.
Este tipo de colaboración, según el periodista, cuenta con el visto bueno de las autoridades de Kiev.
"A uno de los combatientes de Azov, el neonazi bielorruso Serguéi Korotkich, el presidente de Ucrania le entregó personalmente el 5 de diciembre de 2014 un pasaporte ucraniano en agradecimiento a la participación de Korotkich en los combates por el control del aeropuerto de Donetsk", detalló.