Según el funcionario, las provocaciones "padecen mutaciones como un virus" y cada vez resultan más sofisticadas, pero "lo principal es que la gente las ignora".
Smirnov aseguró que este año el día en que se recuerdan las víctimas de la deportación de los tártaros crimeos, que tuvo lugar durante la época de Stalin, por primera vez estuvo despolitizada, ya que la gente comprende que "los más importante ahora es conservar la paz, lo cual puede ser alcanzado solo mediante la unión".
Los tártaros de Crimea son un pueblo de origen musulmán turco que se habían asentado en la península después de las invasiones de Mongolia durante la Edad Media.
El Tercer Reich, al tomar la Península de Crimea, otorgó cierta autonomía a los tártaros y muchos de ellos se alistaron en el Ejército Alemán o en las Waffen-SS para luchar contra el comunismo.
Después del referendo que se celebró en la península en marzo de 2014 Crimea volvió a formar parte de Rusia.
El 21 de abril de 2014, poco después de la reunificación de Crimea con Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto sobre la rehabilitación de los tártaros crimeos y otros pueblos que habitan en la región.